Diarios
Apuntes sobre el hastío
Gala Garrido
[rumiar-recolectar]
Rumiar es parte fundamental de mi proceso creativo, justo allí es donde se ubica el placer: sentarme en la mesa de mi cocina a mirar una franja de cielo, recostarme en el sofá a leer un libro hasta que oscurezca, atender mis plantas, hornear un pan, leerle poemas a Federica mientras siento su pelaje vibrar entre mis dedos, escribir en mi diario como quien teje un tapiz, sentir el sol calentando mis pies a las cinco de la tarde, escuchar con atención los pájaros que regresan para llamarlos por sus nombres.
En paralelo a rumiar me dedico recolectar, allí también está el placer plenamente desplegado: investigar, llenar mis cuadernos de notas, marcar los libros con adhesivos de colores fluorescentes, clasificar las citas con mi lápiz bicolor, dibujar mapas concéntricos, dejarme pistas a mí misma en los troncos de los árboles.
[evasión-incomodidad]
Llega el momento donde los proyectos necesitan ser cuerpo, justo allí termina el placer y comienza la incomodidad. Mi primera reacción es evadir: limpiar a fondo el depósito, clasificar las medicinas por síntomas, organizar los condimentos por aromas, reclasificar la biblioteca por autores, colgar mis vestidos por paleta de colores, sacudir las alfombras, pulir las copas de plata, mover todos los muebles de mi casa, hacer feng shui.
Cuando finalmente me siento a trabajar, toda mi energía se enfoca en sostener la incomodidad. Me quedo inmóvil observando las imágenes, comienzo a clasificarlas y poco a poco las voy hilando unas con otras. El proceso de escribir imágenes y el de fotografiar imágenes es exactamente el mismo: es hacer cuerpo.
Gala Garrido
Caracas, Venezuela, agosto de 2021.
Este texto forma parte de Anotaciones sobre el placer en los procesos de trabajo (II)
Artistas e investigadores comparten reflexiones sobre sus procesos creativos e intelectuales.
Publicado por Mollusca: Arte, placer y pensamiento.